Por: Ricardo Connett
Twitter: @ricardoconnett
Hace ya un siglo, en 1916, Charles
Bally y André Sechehaye, dos cercanos discípulos de Ferdinand de Saussure, publicaron
de forma póstuma el Cours de linguistique
générale (Curso de lingüística general), obra trascendental de su maestro
que constituye el nacimiento de la lingüística moderna y que marcó el inicio de
toda una tradición que luego seguiría desarrollándose fuera de Suiza hasta
extenderse más allá de las fronteras del viejo continente.
El Cours de Saussure, que fue producto de los apuntes de Bally,
Sechehaye, Riedlinger y otros destacados alumnos suyos, se conoce hoy en el
mundo entero y es referencia obligada para todo aquel que desee emprender
estudios relacionados con las ciencias del lenguaje. Amado Alonso, quien
escribió el prólogo de su primera traducción al español (1945: 8), ha escrito
que “No hay aspecto de la lingüística, de los estudiados en el Curso, al que Saussure no haya aportado
claridad y profundidad de conocimiento, unas veces llegando ya a la
interpretación satisfactoria, otras obligando con sus proposiciones a los
lingüistas posteriores a superarlo”. Así, el Cours ejerció una influencia importante en las diferentes escuelas
lingüísticas estructuralistas y funcionalistas del mundo: la francesa (Martinet),
la holandesa (Dik), la danesa (Hjelmslev), la estadounidense (Bloomfield); la
española (Alarcos) y, por supuesto, la Escuela de Praga (Jakobson). Su
pedagogía es, a juicio de todos, indudable, y, tal como ha señalado Ricardo
Velilla Barquero en su libro Saussure y
Chomsky. Introducción a su lingüística. (1974: 18; Bogotá: Cincel) su forma
de “Entender el lenguaje como un objeto doble donde privan toda una serie de
oposiciones binarias: lengua/habla, individuo/sociedad, sincronía/diacronía,
sintagma/paradigma, significado/significante” es un punto clave dentro del
panorama presentado por el lingüista ginebrino.
El presente artículo es, a modo
de homenaje, una breve reseña biográfica cuyo fin es comprender quién fue
Ferdinand de Saussure y cómo el hecho de poner toda una vida al servicio de la
lingüística ha dado como resultado un legado que será imborrable en la historia
de la humanidad.
Ferdinand de Saussure: su vida y obra
Ferdinand de Saussure nace en
Ginebra en 1857 en el seno de una familia de sólida formación científica que
incluía geógrafos, físicos, naturalistas y viajeros. Comenzando su
adolescencia, ingresa en el Instituto Martine de Ginebra, donde estudia la
lengua griega. Marcado por la influencia de un amigo de su familia, el ilustre
indoeuropeísta Adolphe Pictet, se interesa por los estudios lingüísticos; una
influencia que queda reflejada en el propio Cours,
donde cita su obra.
Durante el período comprendido
entre 1873 y 1875, estudia sánscrito por la gramática del lingüista alemán
Franz Bopp y, seguidamente, ingresa en la Universidad de Ginebra para realizar
estudios de física y química que alterna con cursos de filosofía e historia del
arte durante dos semestres. Ya en 1876, decide distanciarse de la tradición
familiar y matricularse como miembro de la Sociedad de Lingüística; año en el
que también emprende estudios de lingüística en Alemania.
En Alemania, Saussure estudia
especialmente la lengua persa, el irlandés antiguo, el hindú, el celta y retoma
su estudio del sánscrito; primero en Leipzig y luego en Berlín. Contando tan
solo 21 años, en 1878, publica en Leipzig la primera de sus grandes obras: Mémoire sur le système primitif des voyelles
dans les langues indo-européennes (Memoria sobre el sistema primitivo de
vocales en las lenguas indoeuropeas), un trabajo de gramática comparada que fue
aprovechado por los neogramáticos pese a que, en su momento, fue visto con
hostilidad por parte de los medios académicos.
Es también en Leipzig donde, dos
años más tarde, defiende su tesis doctoral titulada De l'emploi du génitif absolu en sanscrit (Sobre el empleo del
genitivo absoluto en sánscrito), que publica el año siguiente en Ginebra.
El año 1880 es decisivo para
Saussure porque, además, viaja a Lituania –país cuya lengua también estudia
debido a su notable importancia en el análisis de las lenguas indoeuropeas– y
se traslada luego a París, ciudad en la que asiste a las clases de un
importante y consagrado lingüista, Michel Bréal, quien un año después le ofrece
dar clases en la Escuela Práctica de los Altos Estudios de París, donde
trabajará durante una década entera como profesor de gótico, antiguo
alto-alemán, lituano y gramática comparada de griego y latín.
En el curso de 1889/1890,
Saussure abandona su puesto como profesor por motivos de salud y es sustituido
en su cátedra por Antoine Meillet, otra de las figuras más representativas de
la lingüística francesa. Regresa a Ginebra y, un año más tarde, vuelve a su
cátedra en París, donde, sin embargo, no puede quedarse debido a que para ello
necesita la nacionalidad francesa. De
vuelta en Ginebra, Francia le otorga la Legión de Honor; no obstante, se
instala definitivamente en su ciudad natal, donde se crea para él una cátedra y
es nombrado profesor de gramática comparada.
En el período transcurrido entre
1891 y 1906 se convierte en profesor extraordinario y titular de la cátedra de
Lingüística de la Universidad de Ginebra; se casa con Marie Faesch, de quien
tiene dos hijos; y se dedica asiduamente a trabajar en temas como la relación
dialéctica entre evolución y conservación lingüísticas y entre lingüística
general, lingüística histórica y filología, gramática comparada del griego y
del latín, los anagramas, la fonología del francés moderno y la versificación
francesa.
En 1906 se retira el catedrático
de lingüística general e historia y comparación de las lenguas indoeuropeas de
la Facultad de Letras y Ciencias Sociales de Ginebra, Joseph Wertheimer, a
quien sucede Saussure, y es a partir de ese año que trabaja asiduamente en
temas relacionados con la fonética y la lingüística evolutiva, los cambios
fonéticos, la relación entre las unidades percibidas por los sujetos hablantes
en la sincronía y raíces y unidades de gramática histórica, así como con la
teorización en torno a los conceptos de signo, lengua, sistema, unidad, valor
lingüístico, y la búsqueda de nuevos conceptos metodológicos que aplicar a la
lingüística: las descripciones sincrónicas y diacrónicas.
En 1912 Saussure, enfermo,
suspende sus cursos y se retira al castillo de Vufflens, donde finalmente
fallece en 1913, dejando escuela y abriendo nuevos horizontes científicos; un
legado que nos llega gracias al esfuerzo de sus discípulos y que ha hecho de la
lingüística un apasionante y amplísimo campo de investigación que a partir del Cours ha venido evolucionando década
tras década.
Hoy, después de un siglo, el lenguaje se nos
sigue mostrando con una complejidad incapaz de dejar indiferentes a sus
estudiosos.
Artículo publicado originalmente en el diario venezolano El Nacional.